El café en Cusco: una industria que impulsa sostenibilidad, impacto social y estilo con sentido
La industria cafetalera en el Perú vive un auge, y la ciudad del Cusco se ha convertido en uno de sus escenarios más representativos. Un caso destacado es Hoseg, una marca peruana que acaba de abrir su segunda cafetería, "Hoseg Café", en el corazón de Cusco y que se prepara para inaugurar un tercer local en el Hotel Marriott en 2025. Con ello, fortalece sus lazos con el turismo, la cultura y la economía local.
En los Andes del sur del Perú, donde el clima pone a prueba la vida cotidiana, miles de personas trabajan a diario por un futuro distinto. Mujeres productoras de café, artesanos y comunidades enteras apuestan por un modelo económico más consciente: uno donde un abrigo puede transformar realidades y una taza de café puede generar oportunidades. Este es un enfoque basado en la sostenibilidad, el compromiso social y la innovación.
La propuesta de Hoseg no se limita al café. Su nuevo local —ubicado en la Calle Palacio 110— fusiona café de origen con moda sostenible y accesorios únicos. A esto se suman su tienda vintage en la Plaza de Armas y el próximo local en el Marriott, creando tres espacios en Cusco donde la marca conecta con la comunidad a través de diseño, sabor y propósito.
La experiencia en Hoseg Café va más allá de lo gastronómico: busca ser un punto de encuentro donde se sirven cafés especiales con notas de chocolate y frutas, además de medialunas artesanales y cervezas locales. Todo en un ambiente que celebra lo hecho en Cusco y las historias que hay detrás de cada producto. “No vendemos solo productos, vendemos historias con impacto social”, afirma Juan Carlos Sznak, gerente general de Hoseg.
La sostenibilidad es un pilar central en el modelo de la marca. Desde 2018, destina el 2% de cada venta a su alianza con Pachamama Raymi, organización con la que plantan un árbol por cada producto vendido. Además, han desarrollado colaboraciones como la realizada en Pitumarca con Valley Camp, donde entregaron casacas técnicas y lanzaron su línea Älpafill.
Älpafill representa también un logro en innovación textil: es la primera patente peruana en combinar fibra de alpaca (60%) con poliéster (40%) para crear una tela técnica, impermeable y resistente, desarrollada con el apoyo de Proinnóvate. Esta innovación fortalece su presencia en Cusco como una marca que une tecnología y sostenibilidad.
Actualmente, Hoseg cuenta con seis tiendas en Perú (entre Lima y Cusco), tres puntos de venta en el aeropuerto de Santiago (Chile) y presencia en Estados Unidos, donde ya tienen un almacén propio. Para finales de 2025, esperan alcanzar S/ 3.4 millones en ventas, casi el doble que el año anterior. Solo en el primer trimestre del año, duplicaron sus ingresos respecto al mismo período de 2024, con un ticket promedio de S/ 520. Las ventas en línea ya representan el 15% de su canal directo al consumidor y continúan en crecimiento.
Con descuentos del 10% para residentes de Cusco y experiencias pensadas especialmente para los turistas que vienen hacer el tour a Machu Picchu ó paquetes turísticos a Cusco, Hoseg busca consolidarse como una marca referente en moda ética y economía colaborativa. Su tercera tienda en Cusco podría representar una inversión superior a los S/ 500 mil. “Nuestra meta este año es que el 78% de nuestras ventas provenga del canal B2C, sin dejar de lado las alianzas corporativas”, concluye Sznak.
Hoseg propone una experiencia que une café, moda y cultura, llevando lo mejor del Cusco al Perú y al mundo.
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